Marisé García De Molina




EL DESTINO








¿Qué es eso del destino que nos une con atino
y nos hace palpitar
como el pájaro en su trino para luego volar…
y disfrutar de la plena libertad?
Pero ese desatino del hombre reticente a la autodestrucción
rompe aquello que construye para buscar ese más…
que nunca llegará y que vacía la vida de dos seres
que amándose vivieron y que todo tuvieron
para dejar en lo perdido el fruto que aquel destino
todo les dio y que por necios nada tienen ya.
Aprendida la lección vuelven a empezar,
pero aquella necedad siempre quedará,
porque el que nunca vio nunca verá y que por mucho que busque
nunca hallará nada mejor que lo que tuvo y…
que nunca más tendrá.





LA SOGA



Subí por mi soga ascendente de mi danza entre la vida y la muerte.
Bailando cada nota en sostenido…
Del Do al Re, del Re al Mi…y así sucesivamente.
Y así me pierdo por la soga inerte,
traspasando nubes, soles y lunas.
Y allá me encuentro flotando en la nada donde me pierdo,
bailando la danza de nubes blancas y tules negros,
y…no volver más.
Tarlatanas que flotan en el Universo de colores profundos al son del viento.
Pero allá no hay nada, ni el sonido del silencio.
Balanceando mis recuerdos surcando el viento
y…no volver más.
Mas no me arrepiento de bailar la danza eterna
de nubes blancas y tules negros.