María del Mar López Vaamonde







EL DESTRONADO




Experto en el oficio de ocultarse,
se esconde en los rincones más oscuros
esperando el momento
de entrar por un resquicio de tu mente.


Una vez dentro, estruja las neuronas.
Te muestra los abismos que creías lejanos.
Te obliga a recorrerlos.


Disfrazarse le encanta,
adecentarse tanto
que apenas te das cuenta
del olor que desprende.
Jugador de ventaja.


Es un mito el estruendo que provoca.
No le hacen falta gritos ni palabras soeces.
Él se acerca despacio y en silencio.
Al diablo le gusta susurrar al oído.






MIEDO



Hay pájaros que nacen en rincones oscuros.
Les cuesta abrir los ojos y se mueven despacio.


Tropiezan, despistados, contra cualquier esquina
y regresan al nido ignorándolo todo:
el sonido del mar al chocar con las rocas,
el tacto de la nieve, el color del crepúsculo.


Pero jamás el miedo ha vencido a la luz.
Se plantearán un día por qué son tan hermosos.
Descubrirán, pasmados, la llamada del viento
y, sin pensarlo, apenas, desplegarán las alas.